La piel seca la puedes identificar al observar una sensación de tirantez y aspereza, esto indica a menudo la presencia de una piel seca.
La humedad de la piel resulta del agua de sus capas más profundas y de la transpiración.
La piel pierde agua, ocasionando la resequedad, y esto es por: La transpiración, que es la pérdida activa de agua desde las glándulas, causada por el calor, el estrés y la actividad, y por la pérdida transepidérmica de agua (PTEA): modo natural y pasivo en el cual la piel difunde alrededor de medio litro de agua al día a partir de las capas más profundas de la piel.
La sequedad de la piel está causada por una falta de factores hidratantes naturales como urea, aminoácidos y ácido láctico, que ayudan a fijar agua también por los lípidos epidérmicos, como ceramidas, ácidos grasos y colesterol, que son necesarios para una función sana de la barrera cutánea.