La flacidez corporal es la pérdida de tono y de firmeza de la piel y el tejido muscular. Esta pérdida está causada por la disminución de la elastina, encargada de proporcionar elasticidad a la piel, y el colágeno, encargado de aportar resistencia a la misma.

       Existen dos tipos de flacidez, la flacidez en la piel se debe al proceso de envejecimiento que sufre la piel con el paso de los años. Y la flacidez del tejido muscular se debe principalmente a la falta de ejercicio físico y a la vida sedentaria. 

       Las zonas más afectadas por la flacidez corporal son la cara interna de los brazos, los muslos y el abdomen. Una de las cosas a tomar en cuenta es que la flacidez corporal no aparece de un día para otro, esto se comienza a notar cuando suelen verse y sentirse un mayor movimiento o vibración en los músculos o la piel al tocarla.

      Y aunque es algo inevitable con la edad o con el estilo de vida sedentario, hay ciertos factores que aceleran el proceso de flacidez corporal, los más representativos son:

• Problemas hormonales

      Las mujeres que entran en la etapa de la menopausia tienen más predisposición a una bajada de estas dos proteínas, cuya carencia fomenta la flacidez corporal. 

• Exposición solar

      Si se abusa de la exposición solar sin protección, la piel pierde hidratación y consistencia. Es una de las causas más frecuentes de flacidez, ya que el exceso de radiación solar acelera la oxidación celular, produce deshidratación, aumenta la destrucción de las fibras de colágeno y elastina.

• Consumo de tabaco y alcohol

       Estas dos sustancias impiden que la piel se oxigene todo lo suficiente, por lo que se deshidrata, perdiendo toda su firmeza y presentando un aspecto apagado y descolgado.

• Otros factores

        Cada cuerpo es distinto y tiene sus causas a la flacidez, incluido el estilo de vida, pero algunos factores se repiten en un gran porcentaje de los casos, como, por ejemplo: 

• Una dieta baja en proteínas llevar una dieta pobre en proteínas vegetales y animales, y rica en grasas e hidratos de carbono puede pasarle factura a tu salud y también al aspecto de tu piel. 
• Vida Sedentaria, no hacer ejercicio puede hacer que la gravedad afecte más a tus músculos y a tu piel, haciendo que se vean con poca firmeza.
• Predisposición genética, medicamentos y pérdidas de peso aceleradas.

          Ahora llegamos a la parte en que tomas medidas ya que identificaste la flacidez de tu cuerpo.  Existen varios tratamientos que puedes aplicar en tu cuerpo y ciertos hábitos que te pueden ayudar, iniciemos con los buenos hábitos que puedes adoptar en tu vida diaria para apoyar a tu cuerpo:

1.Alimentación saludable: incluir cantidades suficientes de proteínas vegetales y animales y pocas de grasas y carbohidratos. Los nutrientes necesarios para que la piel tenga un aspecto terso y los músculos estén más prietos son la vitamina A, C, D, E, los aminoácidos esenciales, la coenzima Q10, el zinc, selenio y hierro y los ácidos grasos insaturados como el aceite de oliva, el salmón, el aguacate, o los frutos secos.

2. Ejercicio y movimiento: realizar ejercicio frecuente apoya al cuerpo a tonificar músculos y evitar la flacidez, los masajes para reafirmar también son muy buenos sobre todo por los productos que se usan en este procedimiento. Es un hábito que tenemos que adoptar, puedes iniciar con poco e ir incrementando el tiempo en que realizas tu actividad física. Así lo transformas en un hábito saludable.

3. Las cremas reafirmantes:  usarlas de manera continua y con masajes podrían ayudar a reafirmar la piel y actuar.  Lo ideal es ir primeramente con un profesional para la aplicación del tratamiento adecuado, y después mandarán el cuidado en casa adecuado para reafirmar con masajes y cremas especiales que ayudarán a potenciar los resultados obtenidos.